lunes, 27 de junio de 2011

Running, running, running ...

... o en eso estamos. Estamos, estoy, siempre pensando en lo mismo; en lo único, que diría aquél ... je je, correr. El caso es que el fin de semana ha sido de los que agradan. Para empezar, me he inscrito en una carrera de 10km en Brighton. Será el miércoles 20 de julio, a lo largo del paseo marítimo, circular, 5km de ida, 5km de vuelta. No será el circuito más motivador del mundo, no para mí al menos. Pero sí muy especial e ilusionante. Pasaré unos días allí y aprovecharé para participar en la Phoenix 10km.




El sábado lo dediqué a hacer una ruta a pie desde Arbolí. Hace tiempo que he dejado esa práctica, y de tanto en tanto se agradece ver el mundo algo más lento. La ruta en sí no presenta gran dificultad técnica, a excepción de una subida en el último tercio de ruta que se hace dura por su pendiente y el desnivel a salvar. Arbolí por el GR7 hasta el Gallicant, de ahí hacia els Gorgs del riu Siurana y bordeando el río por el PR C7. Aprovechamos el día caluroso y las ollas naturales del río para darnos un bañito que fue más que agradecido. Seguidamente, se coge el PR C87, pasando por la ermita de Sant Pau, y Arbolí te espera en dónde la dejaste. El paisaje es precioso ya desde la salida de la ruta, hay puntos con vistas espectaculares tanto del Montsant, como de Siurana. Y si se hace en una época en la que el agua abunda, las cascadas y el ruido del correr del agua te acompañan buena parte del camino. Y la compañía hizo que el camino en su totalidad fuera ya todo un lujo.  En este enlace se puede ver la ruta, gracias a la gente de Arítjol .
Y ayer domingo, vuelta al lío. Prospero y yo repetimos la ruta de Vilaplana, Les Tosques, La Mussara, Campanillas, Vilaplana. Volvimos a encontrarnos con Carlos y compañía, y llegamos al coche para cuando el sol empezaba a calentar de lo lindo.
Y todo esto, aliñado con la salsa de la Festa Major de Reus. Días de calle, gegants, nanos, tronadas, castells y demás elementos del seguici festiu, que consiguen que los grandes disfrutemos al ver cómo los más peques de la casa empiezan a crear su propio imaginario de las cosas.

martes, 21 de junio de 2011

Volta a Catalunya, per Albert Giné

L'Albert és un ultrafondista, ultramaratonià, ultratrailer ... no sé, definiu-lo vosaltres amb la paraula que més us agradi. És una disciplina per la qual em sento molt atret, tot i que em queda molt per ni tan sols plantejar-m'ho seriosament. És fàcil parlar-ne, seguir-ne, admirar-ne fenòmens com en Kilian Jornet, de qui es troba infinitat d'informació i videos a internet i programes de TV. Bé, infinitat potser no seria la paraula correcte. Infinitat de futbol si seria un exemple correcte. El cas és que fa un parell de setmanes l'única noticia que tenía jo de l'Albert era que "Prospero" se l'havia trobat just passat el Coll de la Batalla a la RPR, però tots anaven perduts. A la postre, l'Albert va fer un 3er i "Prospero" va arribar una estoneta més tard. És a dir, que no tenia ni idea qui era aquest noi. I de sobte, em trobo seguint el seu bloc dia rere dia. Els nois d'Obrint Traça van penjar un article sobre un tal Albert Giné que està fent la Volta a Catalunya en 15 dies i amb un objectiu extraesportiu: aconseguir el major nombre de kilograms de menjar per nens saharauis. Més que loable. Admirable. Tots dos objectius. L'un, l'esportiu, pel repte que supossa fer aquesta quantitat de kilòmetres en tant poc temps. L'altre, l'extraesportiu, per què a dia d'avui coneixem de sobres la problemàtica als camps de refugiats, de qualsevol part del món. I la comunitat saharaui n'és un exemple. I l'Albert necessita que nosaltres col.laborem. Si us plau, visiteu el seu bloc, i animeu-lo.

L'Anna a l'Esports Armobal, portant menjar per "a un senyor que corre molt per les muntanyes i li porta menjar a uns nens"

lunes, 6 de junio de 2011

XV Caminada Reus-Prades-Reus


Esta iba a ser una edición especial para mí, otra más. En este caso, por intentar hacerla corriendo, contradiciendo así el espíritu de la carrera. Para los que no la conozcan, brevemente, 55.4km de distancia con un desnivel de unos 2900m acumulados. En la web www.aecreus.cat hay más información. Y en definitiva, una clásica en la zona, y en Catalunya, englobada en la Copa Catalana de Caminades de Resistència, organizada por la FEEC . En fin, una pedazo de carrera, siempre el primer domingo de junio. Que tradicionalmente, llueve.
El caso es que amanece temprano el domingo, desayuno y arrastro a Laia hacia el coche. Ella sube sólo a Prades, caminando. Recogemos a Laura y después de conducir en sentido contrario por una calle, aparcamos el coche. Justo después aparece la Guardia Urbana. Me tiemblan las canillas. Je je je ... no me han visto. Eso de transgredir la ley me sienta muy mal. Nos encontramos con Eva, Sergi y Santi, recogemos dorsales, aparecen Eloi y Angel, y finalmente Jaume y David. Hay cerca de 800 participantes reunidos en la línea de salida y los nervios afloran. Cohete a las 7am y a correr. Corro a la par que muchos otros y veo que los hay que van muy fuerte desde el inicio. Son muchos kilómetros en total, así que yo a mi ritmo. No habíamos llegado a la carretera de Castellvell que ya no veo ni a Jaume ni a David. Con Eloi y Angel nos vamos cruzando, y también me adelanta Ricard. En definitiva, voy el último de los que conozco. Castellvell, Picarany y Coll de la Batalla, primer control y avituallamiento líquido. De ahí a la Font del Roure, primera subida, pasito a pasito, pero ya empezamos a ser caras conocidas. El avituallamiento de Font del Roure es tramposo, es el primer avituallamiento sólido y si no conoces la subida que hay justo después, un bocado de más te hace polvo. Asi que hidrato bien y guardo alguna pastita para el camino. Llegar a las Antenas de TV es saber que se ha superado el primer escollo. Y por Els Motllats me uno a un grupo con el que pasaré gran parte del día. Juntos llegamos a Prades, control con Paco y Carlos, saludo a Eloi que justo entra a Prades delante de mí y un avituallamiento ligero y rápido, cargando los bolsillos para el camino. Al salir de Prades, me uno al grupo e iniciamos la larga y pesada recta de casi 2km de carretera hasta enlazar con el PR que nos llevará, no sin caídas varias, hasta La Febró. Allí empiezo a notar el cansancio. Y subir els Avencs me destroza, pierdo el grupo y no los alcanzo hasta el control de la carretera de La Mussara. La bajada por Les Tosques es espectacular. Me animo, olvido mis dolores y mantengo un ritmo que permite adelantar a varios participantes, entre ellos David, al que las piedras del camino le han dejado huella allá dónde la espalda pierde su casto nombre. El avituallamiento de Vilaplana es característico por la coca que ofrecen, por la organización y servicio de reciclaje de basuras y por ser el punto y final a los caminos de montaña. A partir de aquí unos 14km básicamente planos, a excepción de la subida al salir de l'Aleixar. Pierdo el grupo y dejo atrás a David. El camino se hace insufrible, hace sol, no hay sombras y empiezan a adelantarme corredores que minan poquito a poquito mi moral. En l'Aleixar veo que el grupo aún se avitualla cuando llego, pero ellos ya no son mi objetivo. Empiezo el último tramo hasta Reus sólo, aunque me sigue pasando algún corredor. Llegados a la riera, el último jarro de agua fría. Eva y Sergi, superando todas sus expectativas, y las mías, me avanzan. Eva intenta animarme, pero su ritmo es a estas alturas de carrera, muy superior al mío. Llego al último control en Boca de la Mina sabiendo que a falta de 2km esto está más que hecho. Incluso adelanto un par de corredores. Espejismo. Antes de llegar al final, me recuperan la posición esos 2 y otro par de ellos que había dejado atrás mucho antes. La organización decide ponerme 2 minutos más del tiempo que marca mi crono, pero ya no me importa, estoy más que satisfecho. Con un crono de 7h49min, he bajado más de 1h el tiempo que yo me había propuesto de inicio, unas 9h, con lo que buscarle pegas al asunto es innecesario. Ha sido mi primera carrera larga de montaña, y no sólo he sufrido y disfrutado, sino que podría decir que he aprendido algo ... pero lo olvidé no sé cuándo!



viernes, 3 de junio de 2011

Por Campanillas

Un domingo más recojo a Prospero y nos encaminamos a nuestro destino. Aunque esta vez, tomo la salida de la izquierda en la rotonda de siempre, en lugar de tomar la de la derecha, y eso despierta a Prospero de sopetón. "A dónde vamos?" pregunta. "Hoy mando yo" respondo. Es mentira, no mando, simplemente hoy llevo el coche y eso me da cierto poder logístico. Aún así, parece que la idea le agrada y enseguida vuelven las risas matutinas y el pase de revista semanal.
Una vez llegados al Casal Vilaplanenc, decidimos la ruta. To'tieso p'arriba. Así es cómo arrancamos la mañana subiendo por Les Tosques. El camino se hace pesado de principio, está encementado y desde el minuto 0'00'' se sube, sin darte tiempo a calentar. Una vez llegados al tramo empedrado en sí, Les Tosques, el paisaje te envuelve, y las penas se hacen menos penas ... pero sigue subiendo. Yo enseguida noto la falta de entrenos y el calor, y decido andar más que correr, ya habrá tiempo de diversión. Llegando al pueblo de La Mussara, las vistas son espectaculares. Es una mañana de cielo azul y claro, y se empieza a agradecer la matinal, a pesar de la dureza del camino. Arriba, paramos un par de minutos para la foto de rigor y enseguida empezamos el descenso, después de contar el número de campistas en la zona, bien en furgo, bien en tienda. Me imagino las vistas del Camp de noche y pienso que podría estar bien acampar alguna vez.
El descenso lo tomamos con calma. Hoy el suelo no está ni mojado, ni encharcado, ni embarrado ni en definitiva, en unas condiciones díficiles cómo lo ha estado las últimas 3 ó 4 veces que he pasado por ahí en el último mes. Aún así, es una tramo con mucha piedra y roca suelta, cosa que hace que casi nunca apoyes los pies en firme. Decidimos no bajar por Els Garrigots, sino bien por Campanillas, bien por Les Tosques. Finalmente, nos quedamos con la primera opción, que también es la primera que nos topamos en el camino. Y sin desmerecer ni lo más mínimo el descenso por Les Tosques, ¡benditas Campanillas! El primer sector no es sólo espectacular, sino insano. Cada giro en curva es de ángulos rectos lindando con vacíos sólo camuflados por la espesa vegetación, que imagino se abriría y te engulliría cuál bosque encantado en caso de que tus pies no respondan al mensaje del cerebro de ¡frena! . Avisar al que te sigue con un ¡Cuidaoo! no es cosa de APM, si no de buena persona. Aprovechamos para echar alguna foto en en rinconcito que bien lo merecía, y Prospero aprovecha para explicarme una aventura suya de cuando se calzaba culottes de jovencito y subía en mtb por Campanillas ... lo suyo es de locos, pero así los quiere nuestro señor. Amén.
Justo para cuando el camino se hace más sereno, nos encontramos con el grupo de Carlos que un domingo más rondan la zona. A ellos les queda el tramo más duro, a nosotros, el más rápido. y es que ya nos hemos encendido y no hay vuelta atrás. Echamos leña a nuestros hornos y volamos raso. El camino lo permite, se ha ensanchado algo, es más bien liso y los pies se pueden apoyar en firme, siempre y cuando no pises raíces. Hemos alcanzado la zona por la que suben las torres de luz y ya no vamos bajo bosque. De repente veo que Prospero derrapa levantando una nube de polvo que lo cubre todo (licencia de autor, ni derrapa ni levanta nube de polvo) Avituallamiento. Hay un cerezo. Dan ganas de no moverse de ahí. Nos movemos, no es plan. Y así enfilamos el último sector en el que el camino vuelve a ser encementado, hay masías alrededor y ya divisamos Vilaplana. Se agradece hacer caminos nuevos para la vista y los sentidos.

La Mussara