Esta iba a ser una edición especial para mí, otra más. En este caso, por intentar hacerla corriendo, contradiciendo así el espíritu de la carrera. Para los que no la conozcan, brevemente, 55.4km de distancia con un desnivel de unos 2900m acumulados. En la web www.aecreus.cat hay más información. Y en definitiva, una clásica en la zona, y en Catalunya, englobada en la Copa Catalana de Caminades de Resistència, organizada por la FEEC . En fin, una pedazo de carrera, siempre el primer domingo de junio. Que tradicionalmente, llueve.
El caso es que amanece temprano el domingo, desayuno y arrastro a Laia hacia el coche. Ella sube sólo a Prades, caminando. Recogemos a Laura y después de conducir en sentido contrario por una calle, aparcamos el coche. Justo después aparece la Guardia Urbana. Me tiemblan las canillas. Je je je ... no me han visto. Eso de transgredir la ley me sienta muy mal. Nos encontramos con Eva, Sergi y Santi, recogemos dorsales, aparecen Eloi y Angel, y finalmente Jaume y David. Hay cerca de 800 participantes reunidos en la línea de salida y los nervios afloran. Cohete a las 7am y a correr. Corro a la par que muchos otros y veo que los hay que van muy fuerte desde el inicio. Son muchos kilómetros en total, así que yo a mi ritmo. No habíamos llegado a la carretera de Castellvell que ya no veo ni a Jaume ni a David. Con Eloi y Angel nos vamos cruzando, y también me adelanta Ricard. En definitiva, voy el último de los que conozco. Castellvell, Picarany y Coll de la Batalla, primer control y avituallamiento líquido. De ahí a la Font del Roure, primera subida, pasito a pasito, pero ya empezamos a ser caras conocidas. El avituallamiento de Font del Roure es tramposo, es el primer avituallamiento sólido y si no conoces la subida que hay justo después, un bocado de más te hace polvo. Asi que hidrato bien y guardo alguna pastita para el camino. Llegar a las Antenas de TV es saber que se ha superado el primer escollo. Y por Els Motllats me uno a un grupo con el que pasaré gran parte del día. Juntos llegamos a Prades, control con Paco y Carlos, saludo a Eloi que justo entra a Prades delante de mí y un avituallamiento ligero y rápido, cargando los bolsillos para el camino. Al salir de Prades, me uno al grupo e iniciamos la larga y pesada recta de casi 2km de carretera hasta enlazar con el PR que nos llevará, no sin caídas varias, hasta La Febró. Allí empiezo a notar el cansancio. Y subir els Avencs me destroza, pierdo el grupo y no los alcanzo hasta el control de la carretera de La Mussara. La bajada por Les Tosques es espectacular. Me animo, olvido mis dolores y mantengo un ritmo que permite adelantar a varios participantes, entre ellos David, al que las piedras del camino le han dejado huella allá dónde la espalda pierde su casto nombre. El avituallamiento de Vilaplana es característico por la coca que ofrecen, por la organización y servicio de reciclaje de basuras y por ser el punto y final a los caminos de montaña. A partir de aquí unos 14km básicamente planos, a excepción de la subida al salir de l'Aleixar. Pierdo el grupo y dejo atrás a David. El camino se hace insufrible, hace sol, no hay sombras y empiezan a adelantarme corredores que minan poquito a poquito mi moral. En l'Aleixar veo que el grupo aún se avitualla cuando llego, pero ellos ya no son mi objetivo. Empiezo el último tramo hasta Reus sólo, aunque me sigue pasando algún corredor. Llegados a la riera, el último jarro de agua fría. Eva y Sergi, superando todas sus expectativas, y las mías, me avanzan. Eva intenta animarme, pero su ritmo es a estas alturas de carrera, muy superior al mío. Llego al último control en Boca de la Mina sabiendo que a falta de 2km esto está más que hecho. Incluso adelanto un par de corredores. Espejismo. Antes de llegar al final, me recuperan la posición esos 2 y otro par de ellos que había dejado atrás mucho antes. La organización decide ponerme 2 minutos más del tiempo que marca mi crono, pero ya no me importa, estoy más que satisfecho. Con un crono de 7h49min, he bajado más de 1h el tiempo que yo me había propuesto de inicio, unas 9h, con lo que buscarle pegas al asunto es innecesario. Ha sido mi primera carrera larga de montaña, y no sólo he sufrido y disfrutado, sino que podría decir que he aprendido algo ... pero lo olvidé no sé cuándo!
El caso es que amanece temprano el domingo, desayuno y arrastro a Laia hacia el coche. Ella sube sólo a Prades, caminando. Recogemos a Laura y después de conducir en sentido contrario por una calle, aparcamos el coche. Justo después aparece la Guardia Urbana. Me tiemblan las canillas. Je je je ... no me han visto. Eso de transgredir la ley me sienta muy mal. Nos encontramos con Eva, Sergi y Santi, recogemos dorsales, aparecen Eloi y Angel, y finalmente Jaume y David. Hay cerca de 800 participantes reunidos en la línea de salida y los nervios afloran. Cohete a las 7am y a correr. Corro a la par que muchos otros y veo que los hay que van muy fuerte desde el inicio. Son muchos kilómetros en total, así que yo a mi ritmo. No habíamos llegado a la carretera de Castellvell que ya no veo ni a Jaume ni a David. Con Eloi y Angel nos vamos cruzando, y también me adelanta Ricard. En definitiva, voy el último de los que conozco. Castellvell, Picarany y Coll de la Batalla, primer control y avituallamiento líquido. De ahí a la Font del Roure, primera subida, pasito a pasito, pero ya empezamos a ser caras conocidas. El avituallamiento de Font del Roure es tramposo, es el primer avituallamiento sólido y si no conoces la subida que hay justo después, un bocado de más te hace polvo. Asi que hidrato bien y guardo alguna pastita para el camino. Llegar a las Antenas de TV es saber que se ha superado el primer escollo. Y por Els Motllats me uno a un grupo con el que pasaré gran parte del día. Juntos llegamos a Prades, control con Paco y Carlos, saludo a Eloi que justo entra a Prades delante de mí y un avituallamiento ligero y rápido, cargando los bolsillos para el camino. Al salir de Prades, me uno al grupo e iniciamos la larga y pesada recta de casi 2km de carretera hasta enlazar con el PR que nos llevará, no sin caídas varias, hasta La Febró. Allí empiezo a notar el cansancio. Y subir els Avencs me destroza, pierdo el grupo y no los alcanzo hasta el control de la carretera de La Mussara. La bajada por Les Tosques es espectacular. Me animo, olvido mis dolores y mantengo un ritmo que permite adelantar a varios participantes, entre ellos David, al que las piedras del camino le han dejado huella allá dónde la espalda pierde su casto nombre. El avituallamiento de Vilaplana es característico por la coca que ofrecen, por la organización y servicio de reciclaje de basuras y por ser el punto y final a los caminos de montaña. A partir de aquí unos 14km básicamente planos, a excepción de la subida al salir de l'Aleixar. Pierdo el grupo y dejo atrás a David. El camino se hace insufrible, hace sol, no hay sombras y empiezan a adelantarme corredores que minan poquito a poquito mi moral. En l'Aleixar veo que el grupo aún se avitualla cuando llego, pero ellos ya no son mi objetivo. Empiezo el último tramo hasta Reus sólo, aunque me sigue pasando algún corredor. Llegados a la riera, el último jarro de agua fría. Eva y Sergi, superando todas sus expectativas, y las mías, me avanzan. Eva intenta animarme, pero su ritmo es a estas alturas de carrera, muy superior al mío. Llego al último control en Boca de la Mina sabiendo que a falta de 2km esto está más que hecho. Incluso adelanto un par de corredores. Espejismo. Antes de llegar al final, me recuperan la posición esos 2 y otro par de ellos que había dejado atrás mucho antes. La organización decide ponerme 2 minutos más del tiempo que marca mi crono, pero ya no me importa, estoy más que satisfecho. Con un crono de 7h49min, he bajado más de 1h el tiempo que yo me había propuesto de inicio, unas 9h, con lo que buscarle pegas al asunto es innecesario. Ha sido mi primera carrera larga de montaña, y no sólo he sufrido y disfrutado, sino que podría decir que he aprendido algo ... pero lo olvidé no sé cuándo!
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